El profesor 2.0.
Coaching: ayuda a maximizar el desarrollo personal y profesional de los individuos. Influyen en la transformación de éstos.
Tutor: hace de nexo entre otros profesores y los alumnos. Seguir el progreso del alumno. Ayudar a ver a los alumnos la relación entre lo aprendido y las habilidades que tienen. También para ayudar al alumno en la elaboración de sus proyectos de vida.
Orientador: también es conocido como coaching educativo. Este no rebasa en la instrucción directiva por parte del coaching. Dedica su tiempo a crear las condiciones apropiadas para aprender y crecer.
Asesor: asesoramiento del alumno en su proceso de aprendizaje, también en el desarrollo como persona, como profesional y como miembro de la comunidad.
Influencer: es toda aquella persona que cuenta con cierta credibilidad sobre un tema concreto, sumando la influencia que tienen en las redes sociales.
Así, a grandes rasgos, nos encontramos ante una sociedad en la que se prima ser una persona con cierta credibilidad dada por la pantalla, pero no somos capaces de realmente ayudar. A partir de aquí, se debería pensar que esto lo podemos extrapolar a la influencia o ayuda que podemos crear en el alumno. Pero a día de hoy no somos capaces.
Llevémoslo a nuestro campo, a la educación. Poder ser capaces de orientar, asesorar, influenciar y entrenar a personas que sean capaces de no creerse todo lo que estamos contando en nuestra clase. Un profesor me dijo una vez que ellos no siempre lo saben todo y que nunca debemos creernos nada de lo que nos cuenten, porque esa información puede ser errónea. Hay que buscar, hay que interesarse. Os estaréis preguntando "¿cómo podemos conseguir eso?". Pues yo ofrezco una versión 2.0. de lo que conocemos hoy en día como el profesor.
El profesor 2.0. es quien se preocupa realmente de si el alumno está aprendiendo. Es todo aquella persona que ve las necesidades del alumno. El que busca diferentes formas de enseñar para conseguir eso, enseñar, que el alumno aprenda. Es todo aquel que busca una motivación en el alumno y que la explota realmente. Y que cuando necesita de las profesiones antes descritas para que el alumno sea orientado o asesorado, lo pida y lo diga.
Que no se preocupe por los números. Sino que se preocupe de si los alumnos se interesan por la materia. Este profesor 2.0. se encuentra, a día de hoy, en un mundo utópico pero que quizá con el tiempo vaya aventurándose a salir. Y a quedarse, claro.
Quizá las profesiones populares que he descrito son necesarias actualmente. Hay armas de doble filo, estos trabajos se los conoce poco, pero hay que intentar dar un buen uso de ellos.
Así, a grandes rasgos, nos encontramos ante una sociedad en la que se prima ser una persona con cierta credibilidad dada por la pantalla, pero no somos capaces de realmente ayudar. A partir de aquí, se debería pensar que esto lo podemos extrapolar a la influencia o ayuda que podemos crear en el alumno. Pero a día de hoy no somos capaces.
Llevémoslo a nuestro campo, a la educación. Poder ser capaces de orientar, asesorar, influenciar y entrenar a personas que sean capaces de no creerse todo lo que estamos contando en nuestra clase. Un profesor me dijo una vez que ellos no siempre lo saben todo y que nunca debemos creernos nada de lo que nos cuenten, porque esa información puede ser errónea. Hay que buscar, hay que interesarse. Os estaréis preguntando "¿cómo podemos conseguir eso?". Pues yo ofrezco una versión 2.0. de lo que conocemos hoy en día como el profesor.
El profesor 2.0. es quien se preocupa realmente de si el alumno está aprendiendo. Es todo aquella persona que ve las necesidades del alumno. El que busca diferentes formas de enseñar para conseguir eso, enseñar, que el alumno aprenda. Es todo aquel que busca una motivación en el alumno y que la explota realmente. Y que cuando necesita de las profesiones antes descritas para que el alumno sea orientado o asesorado, lo pida y lo diga.
Que no se preocupe por los números. Sino que se preocupe de si los alumnos se interesan por la materia. Este profesor 2.0. se encuentra, a día de hoy, en un mundo utópico pero que quizá con el tiempo vaya aventurándose a salir. Y a quedarse, claro.
Quizá las profesiones populares que he descrito son necesarias actualmente. Hay armas de doble filo, estos trabajos se los conoce poco, pero hay que intentar dar un buen uso de ellos.
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