Un pulso al fracaso
La actividad que hemos realizado en clase el miércoles 26 de septiembre es la visualización de un documental sobre un centro de segundas oportunidades emitido por Documentos TV el 16 de enero de 2010. La fundación Tomillo es la que se hace cargo de este centro, donde el estímulo principal es el trato con el individuo y la evolución y desarrollo de una serie de valores. Los alumnos no son un número más, sino que se enseña un programa de contenidos.
Los alumnos que entran en estos centros son aquellos que han sido enviados o derivados de otros centros y quienes no tienen un graduado escolar. Además, normalmente en estos centros se encuentran personas con una situación complicada debido a su entorno, situación familiar, drogodependencia, entre otros. Para este tipo de centros, los educadores buscan la relación con los alumnos, quienes tienen un comportamiento inadecuado, bien sea por baja autoestima producida por comentarios tipo: "no vales para nada", "no vas a ser nada en tu vida", etc.
Esta institución imparte unos conocimientos que van en relación con su futuro laboral. Tanto del tipo curricular, como el no curricular, es decir, del tipo disciplinar. Crean unos conocimientos en el alumno que acreditan y ayudan a conseguir un trabajo, además de una disciplina en el horario, las normas, etc. Del mismo modo, participan en distintos talleres, como cocina, hostelería, informática, mecánica llegando a la posibilidad de realizar las prácticas con posibilidad de un contrato posterior a estas prácticas.
Este documental nos enseña claramente la otra cara de la realidad, ya que no somos claros y no sabemos realmente lo que pasa cuando se salen de los institutos. Este tipo de profesores deberían encontrarse facilmente en los centros educativos de secundaria. Quizá teniendo a estos educadores, podrían salvarse la educación y el aprendizaje de aquellas personas que tienen un entorno complicado. Aunque en el artículo 91 de la LOE y de la LOMCE, los educadores deben informar de forma periódica el proceso y el desarrollo de sus hijos/as, en los centros esto no ocurre, por lo menos en el que estuve yo.
Creo que deberíamos tener la oportunidad de quitar a este lastre de profesores, para poder incorporar profesores vocacionales, aquellos profesores que buscaran el aprendizaje de los alumnos y no ser simples números que pasan año tras año frente a ellos. Mi experiencia con algunos profesores de mi instituto no fueron precisamente buenas, y no eran motivacionales, en todo caso podían destrozar el futuro a cualquier alumno, solo porque ellos creyeran que no valíamos para estudiar. Quizá sí. Lo dice una graduada en Historia y Ciencias de la Música y con un máster en investigación.
Estos profesores incluso te menospreciaban delante de otros profesores o alumnos. Por ejemplo, una profesora de inglés tuvo la "amabilidad" de mofarse de mí, diciendo que yo la carrera que iba a hacer sería la del galgo, que hiciera un modulo que iba ser más productivo. Otra profesora de biología, también con ese toque de "amabilidad" que les caracteriza me hizo saber que yo de mayor aspiraría a ser cajera del supermercado, esto también se lo dijeron a mi hermana. Otro profesor de historia me dijo que no hiciera bachillerato que iba a estar los mismos años que haciendo la ESO (yo repetí 4º de la ESO).
Por lo que creo que muchos de estos fracasos, no son del alumnado, sino del profesorado; de esos educadores que consiguen que los alumnos tiren la toalla, que no sean capaces de orientarlos. No todo es el trabajo de los padres. En el instituto se sufre y no todos tienen la capacidad de levantarse después de varios golpes. Necesitan ayuda.
Un pulso al fracaso:
https://www.youtube.com/watch?v=FXW6cB93CQs&feature=youtu.be
Esta institución imparte unos conocimientos que van en relación con su futuro laboral. Tanto del tipo curricular, como el no curricular, es decir, del tipo disciplinar. Crean unos conocimientos en el alumno que acreditan y ayudan a conseguir un trabajo, además de una disciplina en el horario, las normas, etc. Del mismo modo, participan en distintos talleres, como cocina, hostelería, informática, mecánica llegando a la posibilidad de realizar las prácticas con posibilidad de un contrato posterior a estas prácticas.
Este documental nos enseña claramente la otra cara de la realidad, ya que no somos claros y no sabemos realmente lo que pasa cuando se salen de los institutos. Este tipo de profesores deberían encontrarse facilmente en los centros educativos de secundaria. Quizá teniendo a estos educadores, podrían salvarse la educación y el aprendizaje de aquellas personas que tienen un entorno complicado. Aunque en el artículo 91 de la LOE y de la LOMCE, los educadores deben informar de forma periódica el proceso y el desarrollo de sus hijos/as, en los centros esto no ocurre, por lo menos en el que estuve yo.
Creo que deberíamos tener la oportunidad de quitar a este lastre de profesores, para poder incorporar profesores vocacionales, aquellos profesores que buscaran el aprendizaje de los alumnos y no ser simples números que pasan año tras año frente a ellos. Mi experiencia con algunos profesores de mi instituto no fueron precisamente buenas, y no eran motivacionales, en todo caso podían destrozar el futuro a cualquier alumno, solo porque ellos creyeran que no valíamos para estudiar. Quizá sí. Lo dice una graduada en Historia y Ciencias de la Música y con un máster en investigación.
Estos profesores incluso te menospreciaban delante de otros profesores o alumnos. Por ejemplo, una profesora de inglés tuvo la "amabilidad" de mofarse de mí, diciendo que yo la carrera que iba a hacer sería la del galgo, que hiciera un modulo que iba ser más productivo. Otra profesora de biología, también con ese toque de "amabilidad" que les caracteriza me hizo saber que yo de mayor aspiraría a ser cajera del supermercado, esto también se lo dijeron a mi hermana. Otro profesor de historia me dijo que no hiciera bachillerato que iba a estar los mismos años que haciendo la ESO (yo repetí 4º de la ESO).
Por lo que creo que muchos de estos fracasos, no son del alumnado, sino del profesorado; de esos educadores que consiguen que los alumnos tiren la toalla, que no sean capaces de orientarlos. No todo es el trabajo de los padres. En el instituto se sufre y no todos tienen la capacidad de levantarse después de varios golpes. Necesitan ayuda.
Un pulso al fracaso:
https://www.youtube.com/watch?v=FXW6cB93CQs&feature=youtu.be
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