Un 2030 muy diferente

Los cambios que se realizan diariamente van muy rápido y no somos conscientes de qué está ocurriendo exactamente. Si nos ponemos a pensar, actualmente, en educación utilizamos pizarras inteligentes, ordenadores (el uso ha aumentado en los colegios exponencialmente), robots como objeto de aprendizaje (normalmente en las aulas de tecnología), las tabletas para el dibujo tanto en los colegios como en las universidades y el trabajo. 

Imaginemos por un momento que nos encontramos en el año 2030. Un año en el que la sociedad ha cambiado tanto, que no se relacionan entre ellos. Sólo a través de pantallas. A través de plataformas. Si hoy en día nos encontramos con gente que prefiere tener millones de seguidores en sus redes sociales que en la vida real. Se va a convertir en un mundo en el que vamos a ser capaces de hablar todos los idiomas pero con el handicap de la no relación social, es decir, hablar a través de eso, pantallas. Pero sin ser conscientes de que no tenemos ni idea de nada. Gente que no va a estudiar porque lo tiene todo a golpe de click. 

No auguro un futuro prospero, viendo que cada año hay generación con menos conocimientos y que dan más importancia a sus amigos cibernéticos que realmente a los que le rodean. Los que prefieren jugar durante 3 años al mismo juego pero no son capaces de estudiar seguido durante dos horas. Esos niños a los que les diagnostican hiperactividad porque realmente lo que quieren es jugar a su videojuego preferido. 

Más juegos en el parque, menos juegos de pantalla. Les estamos convirtiendo en ignorantes. Ignorantes sin problema en reconocerlo.